Las altas tarifas de energía en la Costa Caribe tendrían un nuevo capítulo, en una historia que afecta netamente a los usuarios de la región.

Atlántico en Noticias y Zona Cero conocieron que una supuesta guerra política tendría disparadas las tarifas, impactando directamente a los usuarios de la empresa Air-e, en Atlántico, Magdalena y La Guajira.

Al parecer, habría una presión por medio de las Empresas Públicas de Medellín, EPM, la cual, supuestamente, se niega a venderle energía a Air-e, empresa que actualmente está intervenida por el Gobierno de Gustavo Petro.

Los nuevos datos técnicos conocidos, revelan que Air-e compra más del 97% de energía en bolsa a precios astronómicos, donde el valor del kilovatio puede llegar a costos de hasta 5 veces más que el valor si EPM lo comercializara directamente con la empresa.

Estos altos costos por la supuesta presión política se trasladaron al bolsillo de los usuarios costeños.

Lograr una medida financiera para reducir la exposición en la bolsa de energía es, entre otras, es una de las gestiones prioritarias del Agente Especial de Air-e Intervenida.

Precisamente, ha expresado que las empresas generadoras se niegan a venderle energía a la compañía por falta de garantías financieras que respalden esa venta, y por deudas ya existentes.

Es en ese sentido con el respaldo del Gobierno nacional que se requiere negociar, de manera urgente, la venta y compra de energía a precios competitivos, lo cual significaría también un impulso importante para mejorar el servicio eléctrico a todos los grupos de clientes, garantizar la sostenibilidad de la compañía y generar resultados en la reducción de las tarifas.

Brindar precios justos y sostenibles vía tarifa es lo que más espera la ciudadanía de la empresa, y unos de los pilares fundamentales de la toma de posesión de Air-e por parte de la Superintendencia de Servicios Públicos.

No tener energía contratada y recurrir al mercado en bolsa para comprar un 44% del total de la electricidad que suministra a los departamentos de Atlántico, Magdalena y La Guajira, evidentemente complica la situación que atraviesa esta comercializadora y distribuidora en el Caribe.

La necesidad urgente que presenta la compañía es evidente para minimizar el impacto de los costos energéticos a los usuarios, optimizar las operaciones y ofrecer tarifas más accesibles para la gente, contribuyendo al desarrollo de un mercado energético más eficiente en la región. Si esto no se logra, regresaría el precio del kilovatio hora por encima de los mil pesos.

La negociación con agentes hídricos del mercado como Urrá, Gecelca y Gensa avanza en buenos términos, con los cuales se ha analizado la contratación de energía. 

Situación contraria se presenta con Empresas Públicas de Medellín, EPM, compañía con la que se ha complicado la compra de la energía a costos justos.

Es importante precisar, según se conoció, que las ventas en bolsa que ha tenido EPM en noviembre, podrían haber cubierto a través de contratos de energía el 45% de las compras en bolsa que ha tenido Air-e. 

Esto, de acuerdo a lo informado, habría disminuido el precio de compra en más de $600 respecto a los valores actuales de bolsa, teniendo en cuenta que el precio promedio de la energía en contratos, es decir, adquiriéndolo de manera directa en Colombia es de aproximadamente $313 kWh

Por eso, según lo conocido por este medio, resulta clave llegar a un pronto acuerdo con EPM, siendo la generadora que vende energía en bolsa más económica, para que se concreten contratos de largo plazo que bajen considerablemente el valor del Kilovatio/hora (kWh), en beneficio de más de 5 millones de personas.

Es de conocimiento nacional el duro golpe en la economía que como consumidores perciben los habitantes de la región Caribe al usar este servicio. En el ejercicio de diálogo existente con EPM, las decisiones y esfuerzos en conjunto ayudarían a alcanzar este objetivo.

Vale recalcar también que la alta exposición de Air-e en la bolsa de energía ha tenido un impacto directo en las tarifas de los consumidores por el alza en el cargo de generación (G) de la fórmula tarifaria. En la última publicación de octubre, representó el 46% de esta.